El testigo presencial u ocular presenta ciertas características que deben ser tenidas en cuenta en relación a su declaración sobre lo vivido
Ya te he hablado en otro artículo de los problemas de la memoria y los testigos oculares. En esta ocasión, de forma resumida te cuento los 10 problemas que se pueden dar en el testigo de un hecho delictivo.
- La información percibida por los sentido del testigo va a depender de la predisposición, la luminosidad, el contexto, el estado de ánimo, el intervalo de tiempo, etc.
- Aunque un testigo tenga buena memoria no tiene capacidad para captar, memorizar y explicar todo aquello que ha experimentado a través de sus sentidos.
- La información retenida se va a ir deteriorando poco a poco con el paso del tiempo. El olvido se abre paso en la huella de memoria.
- No es lo mismo rellenar, imaginar o inventar. En cualquiera de esos casos la declaración va a perjudicar a la investigación de alguna forma por eso debemos apoyarnos en otras evidencias.
- En cada declaración del testigo presencial, su huella de memoria sobre el hecho se va modificando.
- Salvo otros indicios y evidencias más objetivas, vamos a tener muy complicado saber si los sucesos descritos corresponden fehacientemente a los hechos realmente vividos.
- Hay que fijarse por encima de todo en el contenido de la manifestación. Hay que tomar con cautela el estudio de las características personales, los cambios de conducta y los cambios fisiológicos. La comunicación no verbal es muy interesante pero no es la panacea.
- Una declaración sin contradicciones no es sinónimo de una declaración veraz.
- Una declaración con inconsistencias periféricas no es sinónimo de una declaración falsa.
- Solo analizar el contenido del testimonio en su extensión, dejando a un lado la valoración subjetiva del testigo y su forma de expresarse, puede llegar a determinar la correspondencia entre lo manifestado y los hechos.