Quizás ahora mismo están pasando mil preguntas por tu cabeza.

¿Qué hago ahora? ¿Sigo o lo dejo? ¿Y si no me lo puedo sacar? ¿Estaré perdiendo tiempo y dinero? ¿Qué pensarán de mi? ¿Me apunto de nuevo a una academia? ¿A cuál? ¿Online o presencial? ¿Busco un trabajo y compagino con el estudio? ¿Empiezo a entrenar ya, o me doy un respiro y empiezo más tarde?

Te sientes desanimado, sin saber por dónde empezar ni qué hacer. Estás perdido, intentando encontrar la solución, quizá a alguien que decida por ti, pero siento decirte que la única persona que posee la clave eres tú.

No te precipites. Ordena tus pensamientos, valora la situación y circunstancias en las que te encuentras para poder ser lógico en tus decisiones.

Analicemos a continuación en qué has fallado.

¿Has suspendido las físicas?

¿Por qué ha pasado? ¿Le has dedicado suficiente tiempo? ¿Has enfocado bien el entrenamiento? ¿Necesitas un cambio en tu rutina? ¿Tienes el peso óptimo?

Las pruebas físicas son el único examen al que vas conociendo las preguntas. Nervios y examinadores exigentes (como «el barbas») te quitarán un puntillo o dos, por lo que no vale con los puntos justos.

Debes planificar el entrenamiento desde ahora, cuida la alimentación -adiós Oreo-, respeta los descansos –más no es mejor-, realiza simulacros todos los meses y entrena siempre al máximo, ¡pero con cabeza! Igual necesitas la ayuda de un profesional o simplemente te beneficie entrenar con más gente. Cambia de estrategia, adáptala a tus necesidades y respeta el plan.

¿Has suspendido teoría y/u ortografía?

La pregunta es: ¿Cómo estudias? ¿Cuántas horas le dedicas? ¿Haces los descansos adecuados? ¿Has estudiado todos los temas? ¿Qué puedes mejorar? ¿Qué falta en tu estudio?

Profundizar en cada tema es tan importante como repasar las materias vistas previamente. Es este tipo de aprendizaje lo que genera la memoria a largo plazo. El planning académico debe estar tan estructurado como el de las físicas y en general las academias de preparación nos facilitan esta labor, pero cumplirlo depende exclusivamente de ti.

Este año hemos visto un precedente peligroso, el verdadero peso de la ortografía. Una nota de corte de 6,2 es sinónimo de mucha preparación de los opositores. No puedes dejarla de lado; debes entrenar todas las semanas, apuntar fallos y hacer muchos test.

Cada persona es un mundo; cada uno necesitamos enfocar nuestros objetivos de manera diferente. Lo que es útil para tu compañero puede que a ti te perjudique. El éxito o el fracaso serán solo tuyos. No hay nadie a quien culpar o agradecer. Eres tú quien suda, sufre y dedica mil horas al entrenamiento tras un temario difícil de entender.

Y a partir de ahora viene lo más complicado y a la vez más importante: ¡Tu decisión!

(tú antes de operarte de miopía)

Las respuestas las tienes tú, y, siendo objetivo, encontrarás qué puedes mejorar para alcanzar todo aquello con lo que llevas soñando tanto tiempo.

Y… ¿sábes qué?

Estamos muy orgullosos de ti. Si estás leyendo esto es porque realmente te importa y has decidido seguir luchando hasta el final.

Eres el claro ejemplo del esfuerzo, del sacrificio y, sobre todo, de la constancia. Muchos hemos pasado por esto, seguiremos pasando, y si estamos aquí, ahora mismo, formando parte de esta gran familia, es porque nunca nos hemos rendido y hemos luchado hasta conseguirlo.

Tú no serás menos. Seguirás luchando, sacrificarás muchísimas cosas por el camino: vacaciones, tiempo con tus seres querídos, etc., pero merecerá la pena.

Lo conseguirás, aunque no sea la 36 puede ser la 37, incluso la 38.

Recuerda: ¡Siempre insistir, nunca desistir!

¡Ánimo compañero!

No repitas errores del año pasado. Aprende de tus fallos, mejora tus resultados.

PD: Te recuerdo que solo has suspendido un examen, nada más. ¿Te dijo la academia que la mayoría de los opositores aprueban al tercer, cuarto o quinto intento? No solo es tu sueño, es tu meta y es alcanzable.

Suspender no es sinónimo de ser «peor policía». Normalmente, aprueba el que suele tener más y mejores horas de estudio en su mochila, un juego de probabilidades en el que el azar y la confianza juegan un papel fundamental.