Tu examen te espera y la cuenta atrás ha comenzado. Preparados…Listos… ¡YA!”

El examen de la oposición son 41 temas y para poder aprobar has tenido que estudiarlos todos. Sabes de sobra que las estrategias de dejarse temas fuera no funcionan aquí.

No obstante, habrá temas que lleves «al dedillo» y otros en los que te queden lagunas o no hayas podido profundizar por falta de tiempo o de motivación con la materia, en este caso hay contenidos que son importantes y esos no pueden faltar en el repaso final.

Sobre esta idea puede que hayas planificado tu estudio. Has llevado un ritmo constante y en aumento a medida que te has ido acercando al día examen. Pero ¿y ahora qué? Quedan unos pocos días y tienes dudas.

Tus dudas

¿Qué hago? ¿Cuál es la mejor estrategia? ¿Me dejo el viernes libre? ¿Estudio hasta el final? ¿Cuál es el final, el momento antes de entrar? ¿Mi cerebro necesita llegar descansado o activado? ¿Voy solo o acompañado? ¿Podré aparcar bien? ¿Me llevo apuntes para repasar antes del examen? Ves que unos repasan el temario completo en un día, otros en una semana, otros han cerrado ya temas la semana anterior y no los piensan volver a abrir…

Lo cierto es que habrá tantas estrategias buenas como personas que las llevan a cabo, así que, si pensabas que te iba a decir, sin conocerte, cuál es la tuya, lo siento, no puedo, no soy el oráculo (y desconfía de quien pretenda serlo). Tú eres tu mejor coach porque te conoces a fondo, elige lo que hayas pensado que es mejor para ti y no dudes: hazlo.

Lo que sí puedo decirte es qué haría yo en tu lugar… Que para eso estás leyendo estas líneas ¿verdad?

Mi consejo

Una buena idea sería dar una vuelta completa al temario de lunes a viernes, repasando especialmente esos puntos que más dificultad me plantean, ya que lo fácil ya estaría “controlado” y no habría dudas en preguntas sobre eso (cada cual tendrá sus puntos fuertes). ¡Ojo! No es tiempo de complicarse ni ampliar, es tiempo de repasar lo que ya se sabe.

Hablamos de repasos de puntos concretos de cada tema, esos enrevesados e interconectados son las que más deben potenciarse. Deja para los últimos días los repasos de los temas más potentes o que peor se te dan (legislativos, sobre todo).

Empieza la semana con lo más ligero o los temas que suelen estar infrarrepresentados en el examen (vehículos y otros temas técnicos) y deja para el viernes lo que sea de memoria pura y dura (como organigramas).

Relajación y repaso

Si quieres relajarte el viernes es cosa tuya, recuerda que esto es solo una opinión personal y a mi juicio cada minuto cuenta y después de un año (o el tiempo que lleves) de entrega y dedicación, ¿qué importan unas horas más de concentración y biblioteca?

Pero si aún así prefieres desconectar, haz deporte, descansa, lee un buen libro o simplemente, pasa tiempo con amigos y familiares.

Yo apostaría por entregarme al repaso y a hacer o repetir exámenes hasta poco antes de irme a dormir, ¡¡concentración hasta el final!! Eso sí, al examen me iría sin nada más que el dinero para tomarme un café y mi DNI.

Quizás un buen propósito para el día del examen sea ir optimista y contento, porque es el día que llevas esperando todo este tiempo, te has preparado para ello a conciencia, así que vete con una sonrisa, porque vas a hacer lo que has practicado todo este tiempo y confía en tus capacidades y conocimientos.

Va a ser difícil sí, pero tienes 50 minutos para resolverlo, y ¿no me irás a decir que no te sientes entre los mejores 3.000 de España, no?

Artículo escrito por: Anaís Santana. Psicóloga y formadora de opositores.