La amenaza híbrida es un término utilizado para describir una combinación de diferentes tipos de amenazas, tanto militares como no militares, que se utilizan para alcanzar un objetivo específico. Estas amenazas pueden incluir desde ataques cibernéticos y operaciones de propaganda hasta acciones militares convencionales y no convencionales.

Una de las características distintivas de la amenaza híbrida es que puede ser difícil de detectar y responder debido a su naturaleza no convencional. Los ataques cibernéticos, por ejemplo, pueden ser difíciles de rastrear y pueden causar daños significativos a las infraestructuras críticas. La propaganda puede ser utilizada para desinformar y manipular a la opinión pública, mientras que las operaciones de guerra no convencionales pueden ser difíciles de detectar y responder debido a su naturaleza subversiva.

La amenaza híbrida también puede ser utilizada para desestabilizar un país o una región. Los ataques cibernéticos pueden ser utilizados para interrumpir servicios críticos, como el suministro de electricidad o el transporte, mientras que la propaganda puede ser utilizada para sembrar la desconfianza y la desunión entre la población.

La respuesta a la amenaza híbrida debe ser integral e incluir medidas tanto militares como no militares. Es importante desarrollar capacidades para detectar y responder a los ataques cibernéticos, así como para contrarrestar la propaganda y las operaciones de guerra no convencionales. También es crucial fortalecer las capacidades de defensa y seguridad de los países y las regiones afectadas, y trabajar en colaboración con otros países y organizaciones internacionales para abordar esta amenaza global.

En conclusión, la amenaza híbrida es un desafío complejo y cambiante que requiere una respuesta integral y coordinada. Es importante estar preparado para detectar y responder a estas amenazas, y trabajar en colaboración con otros países y organizaciones para abordar esta amenaza global.

Hacer frente a las amenazas cambiantes Europol lidera la lucha contra la ciberdelincuencia mediante la creación del Centro Europeo de Ciberdelincuencia para la investigación de delitos en línea. El núcleo del trabajo de las investigaciones digitales se basa en el Grupo de Acción Conjunta contra la Ciberdelincuencia (Joint Cybercrime Action Task Force) y en el Protocolo de respuesta policial ante emergencias. Además Europol, la Comisión y ENISA exploran un sistema de alerta rápida. La UE sigue tomando como marco de referencia el Convenio de Budapest de 2001 sobre la Ciberdelincuencia del Consejo de Europa.
Otras medidas en estudio se orientan a la protección de la identidad de las personas como la iniciativa de Identidad Digital Europea que trabaja sobre la base de la identificación en línea y fuera de ella, el intercambio de información facilitada por las administraciones o por fuentes privadas o el empleo de la información como confirmación del derecho a residir, trabajar o estudiar en un determinado Estado miembro.

Documento de Investigación del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE). La aplicación de la legislación en materia de ciberdelincuencia «adecuándola al objetivo previsto» es otra prioridad. El gran reto para las fuerzas y cuerpos de seguridad es el paso de los rastros físicos tradicionales a rastros en línea, trabajando en el establecimiento de normas para el acceso transfronterizo a las pruebas electrónicas en las investigaciones penales para aplicar la ley en investigaciones digitales. La conservación de datos es un área en estudio por el problema que plantea en términos de privacidad.
Los contenidos ilícitos en línea suponen una parte muy importante del volumen total de las amenazas hacia los ciudadanos y la lucha contra el uso indebido del entorno digital se opera desde la Unidad de Notificación de Contenidos de Internet de la UE en Europol y desde el Protocolo de Crisis de la UE. Antes de la conclusión de la legislación específica contra el abuso sexual de menores en línea, en mayo de 2021 el Consejo y el Parlamento Europeo alcanzaban un acuerdo sobre una medida temporal para que los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas, como el correo
web y los servicios de mensajería, mantuvieran la detección, retirada y denuncia del abuso sexual de menores en línea, también en lo relativo a la lucha contra la captación de menores16 .
La lucha contra las amenazas híbridas ha intensificado la cooperación «sin fisuras» con agentes estratégicos como la OTAN o el G7 y la UE ha revisado todo su enfoque de respuesta desde la referencia del Marco Conjunto de 2016 y de la Comunicación conjunta de 2018 sobre el refuerzo de la resiliencia híbrida; con la Célula de Fusión de la UE contra las amenazas híbridas como principal referencia para la evaluación de las amenazas y mediante la revisión adicional del protocolo para la preparación frente a las crisis híbridas («EU Playbook» de 2016).