En Estados Unidos, un sheriff es un funcionario electo de un condado o de una ciudad independiente responsable de mantener la paz y hacer cumplir las leyes.

​A diferencia de la mayoría de los agentes de policía pertenecientes a los cuerpos y fuerzas de seguridad en Estados Unidos, los sheriffs son por lo general elegidos por los ciudadanos del pueblo mediante proceso electoral, aunque algunos estados tienen leyes que exigen a los candidatos para el puesto de sheriff albergar ciertos criterios de cualificación policial cuando se presentan a futuras promociones. Los sheriffs electos son directamente responsables ante los ciudadanos de su condado, la constitución de su estado y, en última instancia, la Constitución de Estados Unidos.

Un ayudante del sheriff en Mogollon (Nuevo México) en 1940.

Las insignias de los sheriffs de Estados Unidos suelen tener forma de estrella, en contraposición de las placas de otras fuerzas del orden, como la de los agentes de policía, que tienen cierto parecido.

Las responsabilidades de los sheriffs y sus agencias varían considerablemente dependiendo el condado en el que estén circunscritas. Muchos sheriffs ostentan el puesto de jefe de policía, aunque algunas agencias tienen funciones limitadas a la hora de ejecutar sus servicios. Los sheriffs también suelen ser responsables de administrar las cárceles del condado y la seguridad en los edificios del gobierno local.