Unidad Especial de Subsuelo de la Policía Nacional

Dentro de la Policía Nacional existe una serie de Unidades Especiales creadas expresamente para realizar un determinado tipo de funciones. Entre ellas se encuentra la Unidad Especial de Subsuelo y Protección Ambiental (UES).

No es raro escuchar en cualquier entrevista o reportaje sobre esta Unidad Especial, que tanto los ciudadanos e incluso propios compañeros la califican como la “Gran Desconocida”. Por eso, espero aportar con esta publicación un halo de luz alrededor del trabajo de mis compañeros, los “Topos” de la Policía Nacional. Trataré de hacer más visible nuestro cometido y la importancia de nuestro servicio y dedicación diaria.

Los comienzos de la UES se remontan al año 1958, con tan sólo 37 funcionarios del Cuerpo de Policía Armada. Con el paso de los años las ciudades fueron creciendo y paralelamente las infraestructuras sitas bajo el asfalto también se fueron ampliando. De esta forma, la UES fue aumentando su presencia y radio de cobertura territorial, teniendo hoy en día distribuidas por el territorio español a 15 Unidades Periféricas, 2 Unidades de la Dirección Adjunta y la Sección Operativa Central.

Entre los motivos que justificaron su creación, podemos citar la existencia de grandes redes subterráneas transitables, los numerosos robos de materiales de tendidos eléctricos y distribución de agua potable, la seguridad del Jefe de Estado, de otras personalidades y edificios/instalaciones oficiales.

Además, hay que añadir que en los peores años del terrorismo en España, ETA llegó a usar las infraestructuras subterráneas para atentar o causar estragos mediante colocación de artefactos explosivos, y por otro lado, en documentación intervenida al GRAPO, se evidenciaba un conocimiento y estudio del subsuelo urbano por parte de esta organización terrorista.

Si echamos la vista atrás es fácil recopilar información sobre atentados terroristas perpetrados desde el subsuelo.  <<Operación Ogro>> por ejemplo, este era el nombre en clave del atentado terrorista contra el Almirante Carrero Blanco. ETA lo asesinó mediante la colocación de explosivos soterrados en la vía pública, para hacerlos detonar al paso del vehículo oficial.

En el caso anterior, los terroristas habían hecho una excavación directa desde una vivienda, pero en alguna ocasión usaron el alcantarillado para cometer sus atroces atentados.

Así ocurrió en el atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Lloido; aquí, los terroristas colocaron 150 kilos de amonal y trilita en el interior del colector que pasaba a pie de fachada del cuartel. Para no ser descubiertos, los autores se introducían en la red de alcantarillado a unos 400 metros de distancia, y posteriormente iban progresando de rodillas por la red hasta llegar a la fachada del cuartel, acumulando la descomunal carga de explosivos en varios viajes.

No sólo fue usado para atentar y asesinar, tal y como hemos visto antes, también para causar daños o sabotajes en los suministros esenciales, hablamos de electricidad, agua potable, suministro de gas, cableado para telefonía, comunicación, etc.

En el año 1991 la colocación de varios artefactos explosivos causa daños y problemas en el suministro en una subestación eléctrica en Monzalbarba-Zaragoza. Un año después, la banda terrorista GRAPO detonó varias bombas en una estación reductora del gasoducto de Enagás, también próxima a la capital aragonesa. Con dicha detonación se originaron llamas de más de veinte metros de altura, provocando no sólo corte en los suministros de gas a toda la población, sino también la interrupción del servicio ferroviario al deformarse las vías debido a las enormes temperaturas de las llamas.

Colocación de explosivos, atentados selectivos contra personalidades o inmuebles desde el subsuelo, artefactos en la red de suministros, provocar daños y estragos en las infraestructuras y servicios de transporte, y lo último que os comento son los robos a entidades bancarias. <<La banda del Rayo>>, este es el nombre que recibió una banda de atracadores que operaba en Madrid. Eran expertos conocedores de la red de alcantarillado, y usaban los colectores para acercarse a las entidades bancarias sin ser vistos. Después, mediante butrón accedían a su interior. Era un grupo muy violento, iban armados y si era necesario empleaban la violencia con los trabajadores del banco. Para evadirse de la Policía volvían a usar el entramado y conducciones del alcantarillado. Fueron varios años de investigación para poder descubrirlos, y el día de su detención participaron funcionarios de la UES y también del GEO para llevarla a cabo.

Bien, pues con los ejemplos anteriores ya os acabo de comentar no sólo los motivos que justificaron su creación y permanencia en el tiempo, sino también las premisas que tienen encomendadas las distintas Unidades Especiales de Subsuelo, como ya os podéis imaginar, con cada intervención en el subsuelo, lo que se persigue es descartar el riesgo de INSTRUSIÓN, SABOTAJE Y ATENTADO.

Como vemos, el subsuelo es un medio que  ha estado, está y estará en contacto permanente con la delincuencia, en más de una ocasión ha sido el medio por excelencia para perpetrar actividades ilícitas, desde las más banales como puede ser arrojar papelinas o alguna cartera o documentación hurtada al alcantarillado, a otras de mayor entidad como por ejemplo realizar butrones, ocultar cadáveres, atentados terroristas, vertidos ilegales, causar daños o estragos en redes de suministros,  deshacerse de pruebas incriminatorias tales como armas blancas, armas de fuego, munición, etc.

Pero ¿Qué es lo que tiene el subsuelo para que los delincuentes decidan usarlo? ¿Es tan desconocido como creemos? Para algunos es un medio desconocido (ciudadanos en general), para otros es un medio atractivo para hacer vídeos o fotos (Urbex), y otra parte lo considera el medio perfecto para delinquir, ¿Por qué?

  • Es un lugar que resulta de fácil acceso (por lo menos la mayoría de las infraestructuras).
  • Es una ubicación sencilla para ocultar cualquier arma, botín prueba, prendas, droga, dinero…
  • Es una zona oculta a los ojos de los curiosos, por tanto, ideal desde donde delinquir, esconderse o huir, no habrá testigos.
  • No hay cámaras de seguridad que puedan grabar la acción delictiva (hay excepciones).
  • Lugar ideal y discreto para provocar daños importantes en los suministros esenciales, sabotear eventos de envergadura, dañar infraestructuras de transporte y crear alarma social.
  • Desde el subsuelo cualquier aproximación o huida pasa inadvertida para los policías en superficie.

Para poder entrar en esta Unidad Especial es necesario solventar con éxito varias pruebas físicas, teóricas y psicotécnicas. Además, es imprescindible recibir y superar un curso de especialización, con carga lectiva sobre espacios confinados, red de alcantarillado, galerías de servicio, telefonía, electricidad, dibujo técnico, planimetría, medio ambiente, conducciones de gas, muestreo de vertidos, técnicas de laboratorio, etc.

Teniendo en cuenta la hostilidad del medio subterráneo, la formación de estos policías es continua, realizando cursos de actualización, cursos de protección ambiental, técnicas sobre trabajos verticales, rescate en espacios confinados, prevención de riesgos, estudios de seguridad del subsuelo, etc.

En cuanto a las características de los aspirantes, sus aptitudes físicas, mentales y sensoriales deberán ser óptimas y confiables, sobre todo en situaciones de emergencia, por ello su formación no termina con los cursos, sigue en el día a día  con la realización de simulacros y entrenamientos diarios, la finalidad radica en reconocer los peligros latentes en un espacio confinados y su letalidad, saber detectarlos y eliminarlos, familiarizarse con los equipos de protección individual, saber actuar sin demora ni riesgo ante una situación de emergencia sobrevenida, asistir, auxiliar y sacar a superficie a compañeros heridos o víctimas civiles en  cualquier incidente bajo rasante.

A pesar de ser la <<Gran Desconocida>>, su trabajo es de suma importancia, todo dispositivo de seguridad o acto relevante debe contar con la presencia de esta especialidad, habida cuenta de que son un eslabón imposible de sustituir para garantizar una revisión e inspección bajo las capas del asfalto, y el mundo subterráneo no deja de ser un peligro en potencia, ofreciendo clandestinidad a aquellos que la desean para ejecutar sus acciones delictivas, las cuales comienzan con la intrusión y de ahí al sabotaje y/o atentado.