Si no sabes de qué está hecho el chaleco antibalas y de qué protege sigue leyendo

¿De qué está hecho un chaleco antibalas?

El chaleco antibalas se ha convertido, a día de hoy, en una prenda habitual en el trabajo policial. Hace apenas 10 años, solo unos pocos lo llevaban y de forma interior. El chaleco antibalas es la prenda usada para tratar de absorber el impacto de las balas. Para absorber la fuerza del proyectil se usan capas de fibra resistente que se encargan de capturar y deformar la bala. El trabajo que realizan estas fibras, además, consiste en esparcir la fuerza del impacto por la mayor parte de la superficie del chaleco. Por lo tanto, al recibir el impacto algunas capas puede que sean penetradas pero, al deformarse y perder fuerza la bala, esta acaba siendo capturada por el chaleco sin que penetre en cuerpo de su portador.

Dicho esto, el material del que están hecho los chalecos puede ser llamado como tejido balístico y en al actualidad se están utilizando fibras poliaramídicas conocidas como Kevlar o Twaron. Además, en determinados ambientes bélicos el chaleco pude tener también placas o capas de metal, cerámica o polietileno para una protección extra.

A pesar de estas protecciones extra el chaleco no protege contra proyectiles disparados por determinados fusiles.

Sobre el Kevlar se puede decir que es uno de los materiales más resistentes del mundo. Realmente es un polímero que fue descubierto en 1965 por la científica Stephanie Kwolek y que consiguió revolucionar el mercado. Esta fibra liviana es resistente al impacto pero también al calor y a la tracción. Se llega a afirmar que en determinadas pruebas puede comportarse hasta 5 veces más resistente que el acero.

¿De qué protege un chaleco antibalas?

El chaleco antibalas no protege de todas la balas. Tampoco protege de todos los ataques de cuchillo.

Cuando disparan un proyectil contra el torso de una persona que viste un chaleco puede que el chaleco logre parar la bala o no. Esto va a depender de la potencia de fuego, el calibre, la velocidad, la distancia y otros factores. Lo que es seguro, es que el torso va a recibir un gran cantidad de energía de la bala. Aunque no lo penetre, el proyectil contiene la suficiente fuerza (más aún con las armas actuales) como para generar un traumatismo en la zona del impacto.

Si al chaleco se le suman placas como hemos dicho anteriormente, la protección aumenta para todas las pistolas comunes pero no llegaríamos a alcanzar una protección plena para todos los fusiles.

Respecto a los cuchillos, las flechas o las balas no deformables nos encontramos con el mismo problema. En todos estos casos las fibras el chaleco no van a poder deformar el objeto penetrante y tampoco van a poder esparcir la energía por las fibras. Esto lleva a que sean más la fibras penetradas en el impacto pudiendo llegar a penetrar totalmente.

Para una protección contra cuchillo más eficientemente hacen falta capas de tejido sintético laminados y componentes en forma de placas metálicas. El problema es que en este caso el chaleco se hace más incómodo y pesado.