El aclamado director vienés Fritz Lang (Viena, 05/12/1890 – Beverly Hills, 02/08/1976) nos brindó títulos icónicos del cine negro, como Perversidad (1954), Más allá de la duda (1947) y Mientras Nueva York duerme (1956). Entre sus obras maestras del género noir, destaca Los sobornados (The Big Heat, 1953), un thriller emocionante en el que los eventos se suceden sin pausa, manteniendo al espectador en vilo.

La trama de Los sobornados se centra en la investigación del suicidio del sargento de policía Tom Duncan, la cual es asignada a Dave Bannion (interpretado magistralmente por Glenn Ford), un sargento de homicidios. En su búsqueda de respuestas, Bannion entrevista a la recién enviudada Bertha Duncan (Jeanette Nolan), quien insiste en que la causa del suicidio de su esposo fueron sus problemas de salud. Sin embargo, una amiga del fallecido, Lucy Chapman (Dorothy Green), discrepa y pone en duda la versión de la viuda al afirmar que Tom gozaba de buena salud.

El caso da un giro oscuro cuando Bannion descubre el cadáver de Lucy Chapman con quemaduras de cigarrillos. Al profundizar en la investigación, Bannion se ve envuelto en una red de corrupción y sobornos que involucra a funcionarios públicos y al sindicato del crimen, liderado por Mike Lagana (Alexander Scourby) y su mano derecha, Vince Stone (Lee Marvin). Desafiando la presión de sus superiores para abandonar el caso, Bannion no duda en enfrentarse a ellos y a la organización criminal en su lucha por la justicia, lo que acarrea trágicas consecuencias.

Uno de los aspectos más destacados de este noir es, sin lugar a dudas, el personaje del sargento Bannion, un policía de homicidios, esposo y padre de una niña pequeña a la que le encanta escuchar el cuento de los tres gatitos que perdieron sus mitones. Bannion es un hombre honesto que busca incansablemente la verdad y la justicia. Su dedicación se evidencia en una conversación con Lucy Chapman, a quien le afirma: «Quiero descubrir los hechos». Si bien en su vida familiar es un hombre cariñoso, en su ámbito laboral se muestra como un detective entregado a su trabajo.

En una escena temprana en la casa del fallecido Duncan, un colega le pregunta si viene de la comisaría, a lo que Bannion responde que viene de casa. A medida que las presiones para que abandone la investigación aumentan, Bannion confiesa a su esposa Kate (interpretada por Jocelyn Brando, hermana mayor de Marlon Brando) su deseo de dejar el departamento, pero ella le responde que, en realidad, él no quiere hacerlo. Bannion también es un personaje de carácter complicado y en ocasiones inflexible. Cuando el teniente Wilks (Willis Bouchey) le ordena abandonar la investigación, Bannion insiste en hablar directamente con el comisionado, a lo que Wilks responde: «Usted no. Es conflictivo por naturaleza».
Otro rasgo negativo de Bannion es su rigidez al juzgar a los ciudadanos que deciden «mirar para otro lado», tanto policías como civiles, a quienes tacha de «conejitos asustados». Resulta interesante una secuencia en la que Bannion visita la casa del jefe mafioso Mike Lagana y encuentra a compañeros de la fuerza protegiendo la residencia. Bannion pregunta a uno de los policías si le gusta ese servicio, a lo que el agente responde: «Hago lo que me mandan».

Bannion, de manera socarrona, le responde: «Es todo lo que quieren que hagamos, ¿verdad?». A lo largo de la película, varios compañeros advierten a Bannion sobre su inflexibilidad al categorizar a los demás como «conejos asustados» o personas luchadoras como él. Sin embargo, descubrirá que la realidad tiene matices y que aquellos a los que ha despreciado por cobardes acudirán en su ayuda. Por otro lado, Bannion tiene un lado oscuro que se vuelve más violento a medida que avanza la trama, llegando a agredir a sospechosos para obtener información e incluso considerando cometer un homicidio para desencadenar el «big heat» al que hace referencia el título original.
Dicha oscuridad en Bannion no resulta sorprendente, ya que la película en sí es muy violenta, con suicidios, asesinatos, torturas con quemaduras de cigarrillos, coches bomba y desfiguraciones con café hirviendo. De hecho, después de ver Los sobornados, nuestra percepción del café caliente cambia por completo.

Cabe destacar las actuaciones de dos secundarios de lujo: un jovencísimo Lee Marvin (sin su característico pelo cano) y la femme fatale Gloria Grahame. Marvin interpreta a Vince Stone, el matón violento y mano derecha de Lagana, mientras que Grahame encarna a Debbie Marsh, pareja de Stone y femme fatale con conciencia. Debbie es un personaje interesante y complejo que proviene de la pobreza y disfruta del lujo que le ofrece Stone. Al final, se convierte en el ángel guardián de Bannion, guiándolo hacia un hombre que busca y sacrificándose en su lugar.
En conclusión, Los sobornados es una obra maestra del cine negro que combina una trama emocionante, personajes complejos y memorables, y un ambiente oscuro y violento. Fritz Lang logra capturar la esencia del género y al mismo tiempo aporta matices que lo hacen destacar entre otras películas policíacas. La película es una exploración de la lucha entre la justicia y la corrupción, así como de las facetas morales de sus personajes, mostrando que incluso los más valientes pueden tener un lado oscuro.
Si disfrutas de Los sobornados y te interesa adentrarte más en el cine noir y en la literatura de detectives y policías, te recomiendo las siguientes películas y libros:
Películas:
- El halcón maltés (1941), dirigida por John Huston y basada en la novela homónima de Dashiell Hammett.
- La sombra de una duda (1943), dirigida por Alfred Hitchcock.
- Perdición (1944), dirigida por Billy Wilder y basada en la novela «Double Indemnity» de James M. Cain.
- Al rojo vivo (1949), dirigida por Raoul Walsh.
- Sed de mal (1958), dirigida por Orson Welles.
Libros:
- «Cosecha roja» (1929) de Dashiell Hammett, una novela que aborda la corrupción en una ciudad minera.
- «El sueño eterno» (1939) de Raymond Chandler, protagonizada por el detective privado Philip Marlowe.
- «La mujer del lago» (1943) de Ross Macdonald, otra novela de detectives con su personaje principal Lew Archer.
- «La máscara de Dimitrios» (1939) de Eric Ambler, un thriller de espionaje con elementos de novela negra.
- «El cartero siempre llama dos veces» (1934) de James M. Cain, una historia de crimen y pasión.
Estas películas y libros te permitirán sumergirte aún más en el fascinante mundo del cine noir y la novela negra, donde la justicia, la corrupción, y la ambigüedad moral se entrelazan en tramas llenas de intriga y suspense.