Las pruebas físicas de la policía nacional están a la vuelta de la esquina y aunque has estado entrenando sin piedad y tu resistencia y fuerza física están a tope, hay algo que empieza a preocuparte. Ese leve dolor en la rodilla ha ido a más y empieza a afectar tus entrenamientos.

¿Me he lesionado?, ¿Podré superar el circuito de vallas o la prueba de los 1000 m?

No hay que entrar en pánico. Lo primero que debes hacer es buscar una fuente fiable de información. La ayuda de un profesional, experto en el tratamiento del dolor, resolverá tus dudas y te ayudará a superar tu problema de rodilla lo antes posible.

Daniel Torres Fisioterapeuta

Soy Daniel Torres, Fisioterapeuta, Osteópata y especialista en tratamiento del dolor. En mis años de experiencia clínica, he visto muchas lesiones de rodilla y no en pocas ocasiones, un dolor, en apariencia articular, tenía como origen un problema muscular.

Así que, en este artículo, te hablaré de la articulación de la rodilla y sus dolores de origen muscular más frecuentes. También encontrarás información necesaria para que entiendas tu dolor y sobre todo para que conozcas otras opciones de diagnóstico y tratamiento que pueden ser de gran ayuda.

La rodilla, una articulación de paso

La rodilla es una articulación de transición entre el pie y la cadera. Sus movimientos son sobre todo de flexión y de extensión. Sin embargo, tiene cierto grado de rotación y de movimientos accesorios que acompañan su acción principal (doblar y estirar la rodilla). Es una articulación muy móvil.

Los huesos que forman la articulación son la rótula, la tibia y el fémur.

Éstos últimos son huesos largos que generan mucha palanca, así que los movimientos de inclinación o rotación pueden generar gran sobrecarga mecánica en la articulación.

Los movimientos laterales y rotaciones, como por ejemplo, quiebros y cambios de dirección, generan un mayor estrés mecánico y pueden producir lesiones como esguinces, lesiones de menisco e inflamación.

Estas lesiones también se producen, cuando existe una flexión o una extensión excesiva, como cuando haces sentadillas muy profundas (flexión excesiva) o cuando montas en bicicleta con el sillín demasiado alto (extensión excesiva)

Por todo esto, al ser una articulación tan móvil, es necesario que tenga la estabilidad suficiente para conservar la integridad de los elementos articulares y no sobrecargues estructuras vecinas como la cadera y el tobillo.


La rodilla es una articulación móvil

Dolor de rodilla ¿Tengo una lesión?

El dolor no existe en la zona de lesión, es una percepción cerebral.

Para identificar el dolor de la rodilla, el cuerpo usa los nociceptores, unas neuronas receptoras del estímulo doloroso que, a través de una serie de complejas conexiones, envían sus señales a la corteza cerebral. Es aquí donde se percibe realmente el dolor y se hace consciente.

Sin embargo, en muchas ocasiones, el cerebro se equivoca e interpreta el dolor en una zona donde no se origina.

En muchas ocasiones el cerebro se equivoca al momento de interpretar el origen del dolor.

Dolor de rodilla de origen muscular y los misteriosos puntos gatillo

Volviendo al dolor de tu rodilla, es posible que lo  percibas como algo articular, pero que en realidad tenga un origen muscular.

Un ejemplo bastante común, es que sientas dolor en la parte posterior de la rodilla, cuando apoyas el talón al correr o al caminar.  Este dolor lo percibes en la articulación y, sin embargo, es algo típico de alteraciones del músculo poplíteo.

Un pequeño músculo que se encuentra en la parte posterior de la rodilla que te mete mucho miedo ya que en lo primero que piensas es en una lesión de rodilla.

Es un dolor bastante frecuente y a menudo genera errores diagnósticos que derivan en un tratamiento terapéutico poco acertado.  De esta forma se produce una cronificación del dolor que llega a afectar a otras estructuras, convirtiéndose en la pescadilla que se muerde la cola.

Desenmascarando a los puntos gatillo

Quizá hayas empezado a correr para preparar las pruebas físicas y ahora tengas un dolor de rodilla que te hace rabiar y no te deja entrenar. Incluso puedes entrenar, pero al día siguiente los pinchazos no te dejan subir escaleras.

Vaya, y ahora ¿Qué lesión de rodilla tengo? si sólo quedan dos meses para las pruebas físicas… No puedes imaginar esperar un año más, cuando estás tan cerca de lograr tu sueño de ser policía.


Muchos de los casos de dolor pueden estar ocasionados por puntos gatillo

Los puntos gatillo miofasciales son zonas hiperirritables, que se encuentran dentro de bandas tensas o contracturas musculares. Y es que estos puntos, son capaces de irradiar o generar dolor en otras partes del cuerpo, por una percepción cerebral errónea.

Algo así como cuando el gatillo de un arma de fuego, genera un disparo que impacta en otro lugar, sea cercano o lejano. 

Los puntos gatillo en el dolor de rodilla o en cualquier otro tipo de dolor serían las pruebas que tienes que identificar y recolectar en el lugar de los hechos para identificar al verdadero criminal, en este caso, el origen del dolor.

En ocasiones, el foco de irritación o punto gatillo está próximo al dolor y en otras bastante alejado.  Sólo con un diagnóstico acertado es posible identificarlo.

En la “lesión de rodilla” es probable que el cerebro interprete el dolor en la rodilla, cuando en realidad su origen está en otro lugar.

Seguro que esto ya lo tienes claro. Ahora vas a descubrir algunos de los puntos gatillo más comunes involucrados en el dolor de la rodilla. Seguiremos refiriendo a nuestros sospechosos como “PG” (Punto gatillo).

Los 3 principales sospechosos del «dolor de rodilla» de origen muscular

Aunque existen varios músculos capaces de provocar dolor “de rodilla”, hay 3 orígenes que se llevan la palma. Son el cuádriceps, los músculos isquiotibiales y el músculo poplíteo.

Existen diferentes situaciones que pueden sobrecargar e irritar esta musculatura y aquí tienes las pistas para poder identificarlos. 

Cuádriceps, el monstruo de las cuatro cabezas.

Cuádriceps significa, literalmente, 4 cabezas. Este grupo muscular está formado por 4 músculos principales y, cada uno de ellos, es capaz de generar “dolor de rodilla” en diferentes zonas. La mayoría de los dolores de rodilla provenientes de PG pertenecen al cuádriceps (Baldri). A continuación vamos a hablar de cada una de sus partes.

Vasto lateral

Sus PG pueden provocar dolor posterior y lateral de rodilla. El dolor puede ser similar al de otras patologías como la meniscopatía o lesión del menisco externo, el esguince lateral de rodilla, la tendinopatía del poplíteo o el quiste de Baker.

Vasto medial.

Sus PG pueden provocar dolor anterior e interno en la rodilla. En ocasiones se puede confundir con el dolor de la artrosis de rodilla, de la meniscopatía o lesión del menisco interno, del esguince interno de rodilla y de la bursitis o tendinopatía de la pata de ganso

Recto femoral.

Sus PG pueden producir dolor anterior de rodilla, similar al dolor producido por otras patologías como la condromalacia rotuliana, la tendinopatía rotuliana o ciertas bursitis de rodilla.

Vasto intermedio.

El dolor provocado por estos puntos gatillo, suele sentirse en el muslo anterior, aunque también puede provocar dolor en la parte anterior de la rodilla muy similar al del recto femoral.

La mayoría de los dolores de rodilla provenientes de puntos gatillo, pertenecen al cuádriceps.

Baldri

Síntomas frecuentes

  • Dolor intenso al caminar.
  • Puede producir dolor durante la noche si se duerme generando presión sobre el PG.
  • Rigidez de rodilla después de permanecer un tiempo sentado, lo cual puede provocar cierta cojera.
  • Debilidad o “flojera” en la rodilla.

Situaciones que favorecen la activación de puntos gatillo. PG

  • Cualquier trabajo intenso de cuádriceps.
  • Cargas pesadas.
  • Golpes directos sobre el músculo.
  • Ejercicios con deceleraciones (frenazos) y cambios de dirección bruscos.
  • Tropezarse.
  • Sentadilla profunda.
  • Trabajo intenso en banco de cuádriceps.
  • Carrera.
  • Permanecer sentado durante largos periodos.
  • Actividades donde predominan movimientos de flexión de cadera. Ej: ciclismo, subir gradas o escaleras, correr cuesta arriba, patada de natación.
  • Arrodillarse.
  • Permanecer de cuclillas.

Isquiotibiales. El azote del deportista

Los isquiotibiales, son los músculos que se encuentran en la parte posterior del muslo. Los músculos que forman este grupo son el bíceps femoral, el semitendinoso y el semimembranoso.

Los puntos gatillo de los isquiotibiales, son una de las alteraciones más frecuentes en los deportistas.

Estos músculos pueden provocar “dolor de rodilla” en la parte posterior y/o lateral de la articulación, simulando otras situaciones como la meniscopatía o lesión del menisco, el esguince lateral de rodilla, la tendinopatía del poplíteo o el quiste de Baker.

Síntomas frecuentes

  • Rigidez a la extensión completa de rodilla.
  • Cojera.
  • Dolor nocturno en el muslo posterior.
  • Dolor al permanecer sentado.

Situaciones que favorecen la activación de PG

  • Ejercicios donde predomine la flexión de rodilla y la extensión de cadera, como subir escaleras, hacer gradas, correr cuesta arriba, natación.
  • Aceleraciones y frenadas rápidas.
  • Cambios bruscos de dirección durante la carrera.
  • Estiramiento brusco y rápido: salto de valla, patada.
  • Permanecer sentado largos periodos.

Poplíteo, jugando al escondite.

El músculo poplíteo es el más profundo de la parte posterior de la rodilla. Es un estabilizador posterior cuando la articulación está en movimiento o en flexión continua.

Sus PG provocan dolor en la parte posterior e interna de la rodilla.

El dolor de rodilla que provoca puede simular otras alteraciones como las lesiones del menisco interno, el esguince interno de rodilla, la tendinopatía o la bursitis de la pata de ganso o el quiste de Baker, entre otras.

Síntomas frecuentes.

  • Rigidez y dolor después de permanecer sentado o al levantarse por la mañana.
  • Dolor al apoyar el talón durante la marcha o la carrera.
  • Dolor a la flexión y/o extensión completa de rodilla.

Situaciones que favorecen la activación de PG.

  • Pie pronador (apoya más la parte interna).
  • Lesiones previas de rodilla.
  • Giros y cambios de dirección bruscos.
  • Deceleraciones.
  • Bajar cuestas.

Recomendaciones para evitar dolor de rodilla por puntos gatillo

  • Evita largos periodos sentado. Haz cambios posturales frecuentes y estiramientos.
  • Evita sillas demasiado rígidas y utiliza reposapiés para evitar la compresión de la musculatura posterior del muslo.
  • Empieza con un entrenamiento progresivo, para que tu musculatura pueda adaptarse. Así evitarás sobrecarga y lesiones.
  • Visita a tu fisioterapeuta para identificar puntos gatillo latentes y realizar un estudio y valoración de tu postura. Sobre todo, si no practicas deporte de forma regular. Podrá darte pautas y ejercicios específicos para evitar la aparición de lesiones.
  • Si al entrenar realizas cambios de dirección y frenadas, es importante que al principio se realicen de manera lenta y amplia. Poco a poco podrás incrementar la velocidad y la precisión.
  • Si ya tienes dolor de rodilla consulta a un profesional sanitario cuanto antes. Con un diagnóstico y tratamiento temprano evitarás la cronificación y tu recuperación será más rápida y completa.
  • Consulta a un fisioterapeuta especialista en el síndrome del dolor miofascial. Sabrá explorar y tratar el dolor originado por PG.

Evita el dolor miofascial

Cómo tratar el dolor de rodilla por PG y estar a punto para las pruebas físicas

El tratamiento del dolor miofascial y de los PG se compone de varias partes.

  1. Diagnóstico: es la parte principal del tratamiento. A partir de un buen diagnóstico se podrá identificar a los responsables, al origen del dolor. Debe realizarse sin prisas, escuchando al paciente y de manera metódica y meticulosa. Te permite la puntería terapéutica.
  • Identificar los factores detrás de la lesión de rodilla: es fundamental entender por qué se ha provocado la disfunción y que situaciones mantienen la sobrecarga o el estrés mecánico que hacen que no mejore la lesión. Una mala pisada, una técnica inadecuada, posturas mantenidas… Poner el foco en estas situaciones y tratar de reconducirlas son clave para el tratamiento.
  • Tratamiento del PG: en la consulta, el fisioterapeuta dispone de una amplia “caja de herramientas” para tratar este tipo de patología muscular. Desde técnicas más conservadoras como la terapia manual, estiramientos, aplicación local de frío, calor profundo… Hasta técnicas invasivas como los diferentes tipos de punción seca o la electropunción.
  • Tratamiento domiciliario: es una parte esencial del tratamiento. Es todo aquello que puedes ir haciendo entre las sesiones de fisioterapia y que ayuda a reforzar y mantener el tratamiento realizado en clínica.

Un fisioterapeuta especialista en síndrome del dolor miofascial

Consejos finales

El fisioterapeuta recomienda ejercicio terapéutico específico y adaptado a cada paciente. La aplicación de presión sobre los puntos gatillo, estiramientos o aplicación de calor, son algunos de los ejemplos de nuestras “pastillas”.

Así que el fisioterapeuta especializado en Puntos gatillo y el síndrome del dolor miofascial es el profesional sanitario de elección para tratar este tipo de problemas, y es que además estudia y analiza los factores que están activando o manteniendo la sobrecarga muscular para eliminarlos, minimizarlos o compensarlos. De esta forma estarás a punto para las  pruebas físicas y alcanzar tu objetivo de ser policía.

En la mayoría de los casos, los resultados son muy satisfactorios y se suelen ver en los primeros tratamientos, acortando el tiempo de recuperación. Siempre que se haya realizado un buen diagnóstico y que se puedan modificar los factores perpetuadores de la situación.

Si tienes alguna duda o crees que puedo ayudarte, estaré encantado de hacerlo. Puedes encontrarme en mis redes sociales Facebook, Youtube o a través de mi página web danieltorresfisioterapia.com

Mucha suerte en tus pruebas físicas de la Policía Nacional,  que tu trabajo y dedicación constante te lleven a lo más alto.